Ya va siendo hora de sentarme a ponerme y poneros al día. Normalmente no me demoro tanto en compartir con vosotros el relato de las actividades del Corfú III, pero este año tengo una excusa que espero aceptéis. Con mi regreso a finales de septiembre, este año el 27, cabía esperar pronto el otoño, con sus días lluviosos, desapacibles, marcando un fuerte contraste después de disfrutar de un verano intenso. Ese suele ser mi momento idóneo para quedarse en casa y dedicarse a estas labores. Pero este año, aquí seguimos anclados en lo que se ha llegado a denominar “veroño”. O más bien se diría un verano en toda regla. No en vano, Málaga batió records históricos de temperaturas a final de octubre, hace unos días con unos 37,5º más que bien despachaos. Y asi a ver quien se sienta a escribir… Como excusa no me negareis que tiene su puntito… Pero no abusaré de vuestra paciencia.
La actividad de este año ha estado profundamente marcada por la máxima “Rumbo a Kérkyra”. Habréis de saber que Kérkyra es el nombre griego de la isla Corfú. Por tanto el objetivo de este año se centraba en llegar a Corfú-Kérkyra.
7 junio: Llegado el día según lo programado, me puse en marcha, acompañado por una nutrida tripulación que me acompañaría los primeros días. Antonio, Jose Luis, Rafa y Pepín.
Pepín ya es veterano tripulante desde el Corfú II, allá por el 2009. Antonio, amigo y compadre, ya navegábamos juntos cuando de jovencillos le cogíamos a mi padre su velero sin permiso. Cuando nos poníamos formales, tripulábamos zodiaks en la Cruz Roja del Mar. Jose Luis y Rafa, cuñaos de Antonio y sufridores componentes del clan de los Puga.
De Benalmádena hicimos una primera etapa hasta Adra, aprovechando un magnifico portante de poniente que nos llevó en volandas y me permitió estrenar el nuevo tangón del génova, con muy buenos resultados.
8 junio: De Adra dimos un nuevo tironcillo hasta Garrucha. Esta vez ya el viento no acompañó tanto, alternando los tramos a vela y motor, con una incómoda mar de popa, lo que no nos impidió hacer una bonita rutita costera por todo el parque de Cabo de Gata.
9 junio: Desembarcado el primer grupo, continúo únicamente en compañía de Pepín, veterano tripulante de la saga Corfú y que me acompañaría hasta Malta. De Adra nos dirigimos a Cartagena, parada obligada en mis rutas por levante. Los dos años que al ingresar en la Armada pasé estudiando allí dejaron en mi un intenso afecto por esa ciudad, que me gusta cultivar en cada transito por esta zona.
10 junio: La siguiente etapa nos llevaría a Santa Pola, atracando en su Club Náutico y administrándonos una extraordinaria fideua, como no podía ser de otra forma.
11 junio: Al salir de Santa Pola le damos una pasadita de visita a la isla de Tabarka, que desconocía y que anoto en mi lista de futuribles. El tiempo está empeorando y el objetivo inicial de saltar directos a Ibiza queda descartado, ya que el NE de cara nos lo dificulta mucho. Arrumbo al norte pero a medio día sube más de lo deseable el viento y atracamos durante unas horas en El Campello, en espera de mejoría, lo que se produce pasadas 3 horas. Ya a la caída de la tarde salimos hacia el norte y al anochecer fondeamos en Benidorm. Las condiciones mejoran rápidamente y a medianoche levamos y con un buen viento norte nos dirigimos ya directos a Ibiza.
VIDEO: El Corfú III en ruta
12 junio: Tras una magnifica noche a vela, la mañana nos trae la calma y el motor vuelve a su faena. Llegamos a fondear en Formentera, lo justo para comer y un bañito, tras lo que nos dirigimos a Ibiza, atracando por la tarde en el puerto Ibiza Magna.
13 junio: A primera hora salimos rumbo a la isla de Mallorca, donde llegaríamos en unas 24 horas de apacible transito.
14 junio: Temprano llegamos a Porto Colom, que es mi puerto de referencia en Mallorca. Es un extraordinario puerto natural, al que se puede arribar en cualquier condición meteorológica, como ya pude comprobar en mi retorno de Grecia en 2010 al llegar de madrugada en mitad de la tormenta perfecta. El muelle de la gasolinera y pesquero siempre ofrece un refugio temporal asegurado. La amabilidad del equipo del puerto también colaboran a mi agrado.
Pero además, este lugar tiene una atmosfera acogedora difícil de describir. Aun conserva cierto ambiente sesentero que me fascina. La calidad de las ensaimadas del horno próximo al muelle también influyen, sin lugar a dudas.
Pero la ruta es larga y aun quedan muchas millas por delante, con una meteorología incierta. Consultados los partes, aconsejan un ahora o nunca. El frente nos pisa los talones y entretenernos nos pararía 3 días. Así que una vez rellena la despensa, a las 1130 partimos rumbo a Cerdeña, 240 millas por delante.
La previsión nos jugó la primera de una serie de malas pasadas esta temporada. Salimos con un SSW agradable que duró lo que el día, al ocaso el viento fue rolando a NW aumentando sin parar en intensidad hasta hacerse bastante incomodo. Para aumentar el infortunio, la vela Mayor sufrió un desgarro en la zona de baluma. En ruta la arriamos y reparamos, tarea dificultosa al tratarse de vela enrollable en el palo. Pero el resultado fue óptimo al no volver a dar problemas hasta su reparación definitiva en Malta.
14 junio: Durante la noche se sucedieron los frentes tormentosos, permitiéndome revalidar mi desagrado por las tormentas eléctricas en la mar. Con la ayuda del radar pudimos hacer un par de cambios de rumbo a tiempo que nos permitieron sortearlas con bastante éxito. No así ocurrió con la mar, que alcanzo unas dimensiones notables y al ser de aleta, una incomodidad manifiesta, y que durante varias horas nos obligó a correr el temporal hacia el SE. Lo que se viene llamando un palizón, para entendernos… Cabe destacar por último, que nada de lo acontecido figuraba en las previsiones meteorológicas, que se quedaban demasiado optimistas en este caso. Queda ahí la cosa, que no soy mucho de extenderme en detalles épicos
15 junio: El último tercio de la ruta ya se fue enmendando la cosa, haciéndose progresivamente más agradable la navegación.
16 junio: A medio día llegamos a Carloforte, en la isla de San Pietro, extremo SW de Cerdeña, atracando en Marinatour, donde su joven propietario Andrea nos atendió extraordinariamente, resolviéndonos incluso una avería por la rotura del tirador de parada del motor y sin costo alguno. La ventajosa tarifa de 25€ por día de atraque, luz, agua y wifi incluidos, serán la primera y última vez que la encuentre en Italia.
17 junio: Carloforte. El tiempo continua inestable y como ya necesitábamos un descanso después de diez días de ruta, aprovechamos el parón para un descanso. La espectacular gastronomía local contribuye a nuestra rápida reconstitución.
18 junio: A primera hora salimos a la mar para trasladarnos a Cagliari, capital de Cerdeña, donde habríamos de llegar ya anochecidos, no sin antes gozar de un ventarrón de 45 nudos, por la popa afortunadamente, durante las 3 horas que nos llevó rebasar el Cabo Spartivento. Nuevamente una delicadeza fuera de pronóstico, y que además nos sorprendió con todo el trapo fuera y que decidí mantener, ante la incomoda maniobra de ponerme a enrollar con semejante ventarrón. Salvo unas pocas orzadas bastante desagradables, la cosa no pasó a mayores.
La Marina di Sant Elmo es nuevamente mi destino, tal como lo fue en 2010. (35€ – Luz/Agua/Wifi)
19 junio: Después de dedicar la mañana a una rápida visita por la ciudad, a las 14:00 salimos de Cagliari. En tres horas de transito atracamos en el puerto de Villasimius, en el extremo SE de Cerdeña. (40€ – L/A/W)
Esta es una zona protegida de gran belleza, el Cabo Carbonara, con un fondeo magnifico, que pude disfrutar en la ruta de regreso. Las últimas horas de la tarde las empleamos en un largo paseo por los senderos de la Reserva Natural que rodea al Cabo Carbonara.
20 junio: Temprano nos ponemos en marcha rumbo a Sicilia. Por primera vez ponemos la caña de pescar, y a los veinte minutos tenemos un bonito a bordo, protagonista del menú del día. El día aun daría mucho de sí. Unas horas después un grupo de cachalotes nos acompañan un buen rato. Prácticamente todo el tránsito es a motor, ante la total ausencia de viento, lo que sería la tónica general de los siguientes días.
21 junio: A medio día entramos en Trapani. Atracamos en la Liga Naval Italiana, instalada en un fuerte que en tiempos fue la leprosería de la zona. (56€ – L/A).
La primera impresión del lugar fue bastante deprimente. La zona próxima al puerto está más abandonada de la media siciliana, que ya es mayor de la italiana promedio. Una vez pateado el interior de la ciudad, la cosa mejora notablemente.
Lo mejor de la visita fue conocer el plato típico de la zona sur siciliana: El cous cous de pescado, del que dimos buena cuenta, no sin esfuerzo, que no es comida liviana, y menos para una cena. Menos mal que unos Limoncellos digestivos obran milagros…!!!
22 junio: Después de rellenar combustible, salimos en dirección a Mazzara del Valle, donde atracamos a primera hora de la tarde. (45€ – L/A/W)
El pueblete resultó bastante interesante. En el primer paseo, a modo de exploración, comprobamos lo habitual por aquí, que la zona próxima al puerto pesquero es la peor con diferencia. Luego nos sorprenderia bastante y bien. Lo primero que encontramos es un convento abandonado, pero en buen estado, cuya visita resultó muy interesante. A lo largo de su historia ha sido convento, prisión y manicomio. Ahora un sujeto curioso te da la bienvenida y te enseña su exposición de las maquetas de todas las iglesias de la zona.
Mas tarde, pudimos ver la procesión de la patrona, con todo el despliegue de autoridades civiles y militares, y el clero bajo palio, lo que sin duda me evoca las lecturas de mi niñez, las aventuras del cura italiano Don Camilo, en la Italia de los años 40 y que no parece haber cambiado tanto como podría pensarse. Una buena cena de pasta y unas copitas de Amaro por un centro del pueblo muy animado completan la visita.
23 junio: Continuamos bordeando la costa sur siciliana. Salimos de Mazzara a primera hora y hacemos una primera entrada en Sciacca, solo para exploración. Un nuevo y buen puerto, pero aun es poca distancia la recorrida, por lo que continuamos. Y no con mucha fortuna, porque el sitio elegido para parar resulta ser el peor de los conocidos en Sicilia. Porto Empedocle resulta ser feo, y carente de todo interés. (35€ – L/A/W)
24 junio: Dejamos el puerto sin pena alguna, llegando por la tarde a Marina di Ragusa. Este si es un puerto al mejor nivel de instalaciones, eso sí, bien cobradas. (56€ – L/A)
El pueblo es un lugar de veraneo, agradable, aunque sin mas interés que el de un paseo marítimo muy animado, y como no, una pasta para cenar espectacular.
25 junio: Salimos de Ragusa rumbo a Malta con buen viento de través, poniente suave que duró lo que la mañana en apagarse. A última hora de la tarde atracábamos en la Marina M´sida.
Aquí inicio una estancia de un mes, y se me unen mi hija Vito y sobrino Ignacio, que se dedicarán durante todo el mes de julio a estudiar ingles en una academia local. Los fines de semana nos dedicaríamos a conocer las costas de Malta.
Malta es un fantástico destino para la nautica de recreo. Conozco el pais hace 25 años y no ha hecho más que mejorar en muchísimos aspectos. Es sin duda un lugar a tener muy en cuenta para planes futuros… Atraques aun a precios razonables. La Marina Msida ha subido bastante, ya que con una nueva gestión ha sufrido una importante reforma, pero 19,80€ el dia, (luz y agua aparte y con contador prepago) no está mal para ser temporada alta. Hay otras marinas, pero ya con precios superiores.
Hay un sin fín de comercio especializado, con un stock interminable de materiales de todo tipo. Nada de los catalogos a los que estamos tan acostumbrados. Aquí encuentras de todo y en el momento. En cuanto a precios, mas o menos como en España. Como destino para unas vacaciones tiene muchos atractivos, tanto en tierra como para excursiones costeras. La mas conocida, la isla de Comino, si bien es bonito, los fines de semana está masificado, pues aquí los fines de semana los pantalanes se vacían, literalmente, y toda la flota local sale a navegar.
Este es el Blue Lagoon, el lugar mas popular entre locales y visitantes, como puede verse…
La isla tiene mucho que ofrecer para hacer interesante una detenida visita. En el aspecto histórico y monumental es muy completa. Tanto la Valleta, la capital, como las localidades cercanas tienen una amplia oferta cultural y monumental.
A la derecha el palacio presidencial, que además del palacio en si, alberga la Armeria, con una enorme colección de armaduras.
Los pueblos pesqueros de la costa también merecen una visita por su indudable atractivo.
Malta, católico en su mayoría, se vuelca durante el verano en un sin fin de fiestas por todos y cada una de las parroquias de la isla. Lo que resulta curioso es el bombardeo constante de pirotecnia que desde las ocho de la mañana a la medianoche ponen en marcha.
En resumen, una magnífica estancia en un lugar que bien merece una visita.
Pero a final de julio llegó el momento de continuar…
28 julio: A primera hora parto en dirección a Grecia. 340 millas por la proa. Las primeras millas me acompaña un generoso viento de poniente portante que me proporciona un buen ritmo, que apenas duraría unas horas.
29 julio: El resto del viaje se alternan periodos de vela con otros a motor, a razón de tres o cuatro horas por cada uno.
30 julio: Si bien el primer tercio de la ruta fue de un tráfico mercante muy intenso, que apenas me dejó descansar en 24 horas, a partir de ese momento no se volvió a ver un alma en toda la inmensidad… Durante las siguientes 36 horas no apareció ni un solo contacto en el radar.
31 julio: A las 02:15 de la madrugada atraco en el puerto de Zakhyntos. tras 67 horas de tránsito.
En los siguientes días seguiría una ardua labor de preparación para el mes de agosto que se presentaba intenso.
Podéis ver el álbum completo del viaje en los enlaces del margen derecho.
Me interesa tu opinión...!!!