Posteado por: Rafa "Corfú" | 22 septiembre, 2016

Retorno a Kérkyra 2.016 – Grecia / Agosto

 RutasGreciaInicialmente había planteado esta ruta, bordeando el Peloponeso por el sur, en sentido inverso al finalmente adoptado (contrario al sentido horario para entendernos). Eso habría resultado más acorde con el régimen de vientos del noroeste invariable en la zona. Pero considerando las visitas previstas opté por tomar la ruta al Egeo a través del Canal de Corinto, como ya se ha narrado. Ahora que continuaré en solitario el resto de agosto, es momento de retomar la idea de rodear el Peloponeso. Y a ello vamos…

El 31 de julio, salgo de Navplio en dirección de regreso al cercano Astros. Ese puerto me causó buena impresión y me apetece conocerlo mejor. Como es domingo, los encargados municipales del cobro no aparecen y además, el agua, que la cobran a parte, está abierta y libre, lo que me permite rellenar los tanques y baldear sin problema.pano_20160728_135126

El 1 de Agosto me dirijo al sur, a Kiparissi. Es una bahía con buena protección al viento dominante, con un pequeño muelle, apenas para seis u ocho barcos, incluidos algunos locales fijos. El lugar es bonito, pero no hay nada alrededor, mas que una bonita playa, una taberna y un grupo de casas modernas de vacaciones en alquiler. Tampoco necesito mas…pano_20160801_185115

El día 2 salgo, continuando mi ruta hacia el sur. Tenía pensado una parada en Geraka, un pueblito pintoresco, al fondo de un puerto natural muy curioso. img_20160802_110050Pero el “Meltemi” viene pisándome los talones y solo me da margen para una visita a puerto antes de tomar el temido Cabo Maleas. (El Meltemi es el viento característico del Egeo, del norte y de una intensidad nada deseable…) Tenido eso en cuenta, me limito a entrar y hacer un rápido reconocimiento del lugar, para continuar hacia el sur. A medio día atraco en el puertecito de Monemvassia, habiendo podido contemplar la preciosidad de su recinto medieval amurallado desde la mar al llegar a puerto.

Pero esta llegada me guardaba otra grata sorpresa. Estando finalizando la maniobra de atraque y afirmando la cadena del ancla en proa, me sorprendí enormemente al ver pasar una gran tortuga entre la cadena y la proa. Mi exclamación de sorpresa llamó la atención del vecino italiano que me contó… “si viven aquí en el puerto…!!!” Eso me dio respuesta a lo que me había extrañado al llegar, ver bastante gente nadando y buceando por el puerto… Entiéndase, en las aguas cristalinas de este pequeño puerto… Despues pude nadar con ellas e incluso grabar un bonito video…!!!

Video tortugas…!!!

Monemvassia es una isla, un peñón, conectado a tierra firme por un puente. En su falda se asienta el recinto amurallado que encierra el histórico pueblo, cerrado a todo vehículo a motor. Dedicado exclusivamente al turismo, está bastante bien rehabilitado, sin excesos decorativos y con un paseo más que agradable, una vez que se abandona la única calle comercial donde se concentran todos los visitantes. Por el resto de callejas se puede pasear en total silencio y tranquilidad.

El día 3 salgo de Monemvassia al amanecer para pasar el Cabo Maleas aun en las horas apacibles de la mañana. Y así sucede, paso el Cabo con relativa tranquilidad, hasta una milla antes de llegar en calma. Justo al doblarlo soplan 15 nudos y todo parece ir bien… pero al doblar el vecino cabo Zovolo se presentan unos inesperados 35 nudos del Este, de allí de donde vengo y había calma… Cosas del perfil montañoso de estas costas que generan ese tipo de vientos locales. Pasadas unas millas hacia el norte todo volvió a términos razonables…

A medio día llego a la isla Elafonisos, donde en su protegida cara oeste está la espectacular playa de Simi, donde pasaré la siguiente noche en un plácido fondeo. Aquí coincidimos tres barcos de españoles, unos de ellos de charter local, pero claramente identificable por la bandera española que enarbolan. Ello me lleva a saludarlos, a lo que corresponden regalándome un lomo del atún que hacia una hora habían pescado. Mucho para mí solo, por lo que lo comparto con la pareja mallorquines del otro barco… Y así surge el plan… Lo cenamos juntos en su barco y después, nos reunimos los de los tres barcos a bordo del Corfú para unas copitas divertidísimas hasta bien tarde…pano_20160803_162205

El día 4 llega el esperado empeoramiento del viento bien temprano, por lo que a pesar de la fiestecita de la noche anterior, he de salir bien temprano hacia el siguiente “dedo”, de los tres que cuenta el Peloponeso en su costa sur. Efectivamente y tal como tenía noticia, a mitad de la bahía que forman el dedo de más al este (el del Cabo Maleas) y el del centro, el régimen de vientos cambia radicalmente, pasando del NE del Egeo al NW del Jónico, mucho más amistoso éste último… pano_20160804_144652

A medio día fondeo en Porto Kaggio, casi en la punta del dedo central. Es un amplio y protegido fondeadero en un puerto natural rodeado de montañas. El sitio es bastante remoto, y solo hay una pequeña aldea a lo largo de la orilla y sin asfaltar, con dos tabernas  y algunos alojamientos turísticos. Ni una tiendecilla donde comprar el pan…

En mi habitual excursión fotográfica a las alturas próximas a los fondeaderos, visitaría un pueblo en lo alto de la montaña, con idéntico resultado: nada… Lo que si me resultó muy curioso fue el tipo de vivienda tradicional que componía los pueblos de la zona: Una especie de fortín unifamiliar, con una torre sobre elevada a la vivienda, que hacía las veces de refugio en caso de ataque inesperado de los turcos, que tenían cierta propensión a dejarse caer por estos lares, y por otros muchos del mediterráneo oriental. Como no eran mucho de hacer amistades en sus visitas, los lugareños se guardaban muy mucho de caer en sus manos… Normalmente ante la llegada de los otomanos huían a fortalezas en lo más alto de las comarcas. Pero en caso de verse sorprendidos, fortificaban sus casas, con incluso pequeñas piezas de artillería…!!!

Estando en este fondeadero una pareja se acercó a saludar, venían en una moto de agua y eran españoles…!!! Tras un rato de charla, me indican que están fondeados en una goleta en una cala próxima y llevan una pequeña bandera española identificadora del pasaje, en la correspondiente driza de babor. Como llevo siempre acopio de banderas nacionales para eventualidades de todo tipo, les obsequié con una de tamaño apropiado Se mostraron muy agradecidos, emplazándome a una cena a bordo, caso de coincidir en algún puerto en los siguientes días, pues llevamos rutas similares. Y hasta ahí la historia…

El día 5 salgo del fondeadero por la mañana para cruzar la amplia bahía que separa el dedo central del de más al oeste. A media tarde llego a Korona, donde fondeo, ya que el puerto no es practicable por su escaso fondo. img_20160805_182655El pueblo está bastante bien, con lo habitual, el frontal marítimo con las tabernas y comercios turísticos, y unas cuantas calles traseras de empinadas callejas. Lo que si me resulta interesante es la fortaleza que domina el pueblo. Otra más del rastro dejado por el Imperio Veneciano en la zona oeste de Grecia, y que visito siempre que me las encuentro, pues por algún motivo estas fortalezas me resultan evocadoras… pano_20160806_082614

En el extenso espacio intramuros también me encuentro un curioso monasterio ortodoxo, abierto al público y de visita muy interesante.  A media tarde recibo la llamada de los nuevos amigos de la goleta, anunciándome la llegada a este fondeadero e invitándome a cenar a bordo. Recién anochecido, el “That´Life” fondea algo mas retirado de la costa de mi posición, y mi anfitrión me envía la zodiak con dos tripulantes a recogerme. Dado lo limitado de mi bodega no cuento con un vino a la altura y que ofrecer en atención a la invitación. Pero sin embargo si cuento con algo que haría las delicias de los comensales: Un extraordinario aceite de oliva malagueño, abundante regalo de mi cuñado Cristóbal al partir para este viaje. Ya había visto a distancia a este barco, pues llevábamos coincidiendo en varias ocasiones en los últimos días. Pero al llegar y subir a bordo pude comprobar la espectacularidad de la nave…!!! img_20160806_102354Casi 40 metros de eslora, con una generosa manga que lo hacen inmensamente amplio. Tras las presentaciones de los diez pasajeros y la atenta tripulación, el aperitivo, y una magnifica cena que tiene lugar en el comedor exterior de la cubierta de popa. Destacó, a mi entender, un magnífico brindis ofrecido por mi anfitrión, en honor del motivo que nos ha unido por una noche: la Bandera  Española. Tras la cena, una copita de ouzo, en la confortable cubierta de proa, amparados por una espléndida noche griega, de esas de calma, ni frio ni calor… Finalizada la amena velada y tras una cálida despedida de mis anfitriones, la tripulación me condujo de vuelta a bordo de mi Corfú. Días después, tendría conciencia de la identidad de mi anfitrión, así como de sus invitados, personas de extraordinaria relevancia en el mundo empresarial español, ya que al ser presentados, y ser un mundo que me es totalmente ajeno, no tenía ni idea…  Es una anécdota muy bonita que conservaré siempre con mucho cariño en los recuerdos de mis viajes.

El día 6 continua ruta, no sin antes despedirme del That´s Life, aun fondeado. Quién sabe, igual algún día nuestras derrotas se vuelvan a cruzar…!!! A media mañana fondeo en la cala Marathi, playa apartada y apenas ocupada por un par de familias llegadas en una barca tradicional griega. Cuesta creer que haya lugares tan solitarios en pleno agosto… pano_20160806_131441

A media tarde fondeo en Methoni, nuevamente con un puerto de insuficiente calado para un velero. Y nuevamente con su fortaleza veneciana, esta vez con la peculiaridad de la torre turca que el invasor dejo como rastro. Nuevo pueblo de turismo nacional, sus tabernas junto al mar… etc. etc.img_20160807_084345

El día 7 abandono Methoni para dirigirme al cercano Pylos, donde llego en apenas dos horas. Aquí atraco en una marina abandonada, como tantas otras en el país. Al parecer una empresa la compró justo al inicio de la crisis, pero, ahí quedó la cosa… El lugar está algo apartado del pueblo, unos cientos de metros, y a oscuras.img_20160808_095841

A la mañana siguiente cambio el atraque al muelle público, en el mismo centro del pueblo, mucho más conveniente y agradable. El pueblo tiene algo más de entidad que los anteriores, resultando un lugar muy atractivo para una parada, algo más detenida.

El día 9 y tras dos días en Pylos, continuo remontando la costa oeste del Peloponeso, llegando hasta Ciparissia. Aquí me encuentro un amplio puerto, prácticamente vacío, con un enorme muelle a disposición de los transeúntes, para atracar de costado, con agua libre, y gratuito… Los alrededores del puerto son poco alentadores, pues no hay nada de interés.

El pueblo está más hacia el interior la parte nueva, y montaña arriba la parte antigua. Hasta allí me subo al anochecer, por escarpadas calles, y sorprendiéndome  a la llegada un curiosísimo y amplio rastro nocturno de antigüedades. El centro del pueblo está lleno de tabernas tradicionales, destacando una especialidad: el cochinillo asado…!!! No estoy muy al tanto del ganado porcino, pero estos son algo mayores que los típicos cochinillos castellanos. Eso si… exquisitos, como pude comprobar…!!!

img_20160809_215835 El día 10 prosigo hasta Katakolo, que sería mi última parada en la costa del Peloponeso y que completa su rodeo, ya que el siguiente puerto sería el ya visitado en julio Kyllini. Este puerto no llega al nivel de los visitados anteriormente y descritos como pequeños y para turismo nacional. Al llegar, a media tarde, me encuentro la mayoría de los establecimientos cerrados, tanto del frontal de tabernas y comercios, como de la calle comercial en segunda fila. Me resultó extraño y la respuesta la tuve a la mañana siguiente: Dos enormes cruceros entran a puerto a primera hora y entonces sí, todo estaba abierto y dispuestos a recibir a los varios miles de cruceristas. pano_20160811_144514

Este puerto cuenta como exclusivo interés la cercanía a las ruinas de Olimpia, cuna de los Juegos Olímpicos, visita que por supuesto realizo, en un magnífico tren construido al efecto, y que como todo lo demás, si hay cruceros funciona, sino, pues no…!!! (Creo que entonces solo hace un viaje a primera hora de la mañana, en lugar de los cuatro o cinco con cruceros). La visita a Olimpia es obligada por su valor histórico, pero el interés de lo visto es más que limitado… Hay tres días de condiciones meteo adversas por lo que aprovecho la tranquilidad del lugar para un descansito, que ya hacía falta…

 El día 13 retomo la ruta para la etapa final griega por este año que me lleva a Zákinthos. Aquí abarloo inicialmente al costado del ExAnimo de mi amigo Lazos Tsaftaridis, que junto con los amigos del Club de Vela de Zákinthos me dan una cariñosa bienvenida. Posteriormente uno de ellos me cedería su lugar de atraque para el resto de la semana de estancia.

img_20160814_1644052He de realizar una detenida parada, ya que desde aquí iniciaré el regreso a casa. Entro otros preparativos he de hacer el mantenimiento completo del motor, reparar unos descosidos en el génova, la vela de proa, lavandería, suministros varios, etc. etc.

En estos días de descanso y preparativos tengo otro encuentro con españoles, gracias como no, a que enarbolan visiblemente la bandera española. Resultó ser una encantadora familia catalana, Jordi, Montse y su simpática hija María. Me resultó un placer conocer a unos catalanes, catalano-parlantes, mas barceloneses que las Ramblas, pero a la vez con un pleno sentimiento y orgullo de su españolidad.  Esa noche compartimos magnífica cena en una taberna que les mostré, como conocedor del lugar, y unas copitas en la terraza de ese hotel que tiene esas estupendas vistas y que algunos de vosotros ya conocéis… Una delicia encontrar gente así en mi ruta…!!!

Esta ruta alrededor del Peloponeso ha sido toda una sorpresa. Mis expectativas no iban mas allá de una región poco o nada “tocada” por el turismo. Sin embargo me he visto gratamente sorprendido por una zona de una gran belleza natural, con pueblos muy agradables y tranquilos; y efectivamente, mucho menos turismo y por tanto, todo mucho más genuino. Únicamente se ha de tener en cuenta que es un área mas expuesta a los vientos, por lo que la meteorología puede jugar un papel determinante en el desarrollo de una ruta. En este caso, por los pelos, me he ido escapando del “Meltemi”, pero hay que contar con él…

Y llegó el momento de iniciar el largo regreso a casa. Nuevamente, Lazos y algunos amigos acuden a darme una cariñosa despedida, como no, compartiendo unas Mythos…!!!. En Zákinthos, Zante para los locales, sé que siempre soy bienvenido. Hasta pronto amigos…!!!img_20160813_1403252

El día 20 de agosto salgo a la mar, y me despido pasando por la Cala del Naufragio, en el norte de la isla Zakhintos, iniciando el regreso a casa, pero eso ya pertenece a otro capítulo…


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