Campaña 2022: la preparación
Este año ya tenía la decisión tomada de lanzarme a una campaña en condiciones, se pusiese el virus y su amigo ruso como se pusiesen. El pasado 2021 me lo tomé a modo de ensayo y prueba de todo lo actualizado y mejorado a bordo.
La invernada la he pasado, por segundo año, en Marina Motril, donde además de contar con el mejor precio de todo el sur peninsular, te sientes como en casa, gracias a Roberto y su magnífico equipo.


Tras la compra de este barco en septiembre de 2020 lo sometí a una puesta al dia notable. Cambio de jarcia, renovado de la instalación eléctrica, nueva electrónica de navegación, instalación de paneles solares y un sinfín de mejoras mas.
Esta preparación para el 2022 se ha basado en pulir algunos detalles e introducir otras que quedaron pendientes, como la instalación de un tercer depósito de agua, para aumentar la capacidad de almacenaje, nuevo calentador de agua, el cambio de las baterías de servicios por unas de mayor capacidad, instalación de un inversor para obtener 220v de las baterías, completar el cambio total a iluminación LED, renovado de lancha auxiliar y su fueraborda, mejoras en toldo y capota, etc.

El 1 de mayo, finalizada la invernada, me trasladé al Varadero de Fuengirola, la autentica “casa” del Corfú. Una vez más, Miguel Angel y sus chicos dieron lo mejor de sí. Y en ese traslado de Motril a Fuengirola comenzaron los problemas…
El barco mostraba una evidente falta de potencia. Tras la estancia en varadero, y una vez instalado “por unos días” en Benalmádena, pasé a investigar la posible avería. Desmontado el conjunto del escape y turbo, este ultimo apareció casi totalmente obstruido de carbonilla, consecuencia inevitable del uso de un motor marino, en un velero en particular: uso continuado a pocas rpm´s y otros aspectos típicos en la rutina de un velero. Afortunadamente en TurboMalaga, taller especializado, pudieron “rescatarlo” a un precio razonable. Pero estábamos en plena semana santa, por lo que hasta su conclusión no quedó reparado. Montado y listo para prueba, los muchos días de temporal que siguieron no me permitieron salir a probar hasta muy próxima la pretendida fecha de partida: 23 de abril. Solo unos días antes pude finalmente comprobar que el turbo funcionada correctamente. Pero… En esa prueba, al poner el piloto automático para bajar a inspeccionar el motor, el susodicho operario decidió que sus días a mi servicio habían finalizado. El piloto había cascado. Este sistema se compone de cuatro unidades distintas. La avería solo era de la “centralita”. Pero al tratarse de una generación de aparatos anterior ya no hay repuestos, siendo los actuales incompatibles con los anteriores. De forma que solo cavia poner un piloto automático completo nuevo. Bien, asumido el disparate que cuestan todos estos cacharritos para el barco, aparecen los problemas de verdad: no hay stock…!!! Que si la crisis de los chips, que la pandemia, que la guerra…

No, nadie se engañe… no era lo único. El indicador del viento, también había seguido el ejemplo de su compañero, exigiendo su retiro inmediato. Afortunadamente éste si lo conseguí una vez mas en mi querido wallapop.
Y si, aun hay más… La vela de proa, el génova, que ya dio algún aviso, ignorado por mi, el año pasado, también renqueaba. Una vez engrasado mejoró bastante, pero ya no me ofrece la garantía necearía para un sistema tan vital, en un viaje así. Por lo que me dispuse a cambiarlo. Este si apareció rápido. Lo que no fue tan rápido fue SEUR en traerlo, a quien en mi limitado alcance maldigo en todos los idiomas que google sea capaz de traducir. Envíos para el siguiente día, y cobrados como tales, se han demorado cuatro y cinco días en entregarlos.
Pero estando mi paciencia muy próxima a su límite, finalmente, el día 5 de mayo, conseguí hacerme a la mar, una vez solventadas todas las vicisitudes anteriores, y algunas mas que no voy a referir, para no aburrir… Lo que pretendía fuese una salida temprana, precisamente para ir sin prisa alguna, recreándome en la ruta, se ha convertido en una salida apresurada contra el tiempo, que es lo que menos me gusta de todo esto, pero al menos ya estaba en ruta…
Como acostumbro, no es mi intención llevar el relato de la campaña al día, más bien gusto de hacerlo al final, a toro pasado. Sirva este esbozo solo como introducción. Escribo esto ya en Sicilia, recuperado ya el control sobre el calendario. Continúo, ahora ya lentamente, hacia Grecia, donde espero llegar a primeros de junio. Espero ir amontonando un montón de vivencias que pretendo contaros, un día… Hasta entonces, que los vientos os sean propicios.